El número de horas al volante: Un riesgo no reconocido por la Administración pública al colectivo de Agentes M.A.
Una de las reivindicaciones que el colectivo de agentes medioambientales y forestales viene exigiendo hace años a las Administraciones Públicas para las que trabajan es el del reconocimiento del riesgo laboral inherente al elevado número de horas que l@s trabajador@s públicos pasan al volante de los respectivos vehículos oficiales al desempeñar su trabajo.
Son diversos los casos de trágicos accidentes sufridos por compañer@s de los distintos cuerpos de agentes medioambientales en los últimos años. Como ejemplo podríamos citar el sufrido por un agente forestal el 27.4.2017 en O Incio (Lugo) que resultó herido grave al salirse el todoterreno que conducía en una pista de Monteagudo, el sufrido por los agentes forestales y una cuadrilla de la empresa Tragsa el 20.06.2003 con resultado de dos muertos y seis heridos, en una carretera que une las localidades de Fuenlabrada de Los Montes y Villarta de Los Montes, en Badajoz; o el sufrido por un operario del INFOCA con resultado de muerte al salirse el vehículo oficial de una pista forestal en el municipio de Lentegí, en la provincia de Granada.
Esta misma semana hemos conocido el fallecimiento de otro compañero, agente forestal en Aragón, a causa de un accidente de tráfico, que aunque no haya sido con vehículo oficial, se ha producido en el obligatorio desplazamiento desde el domicilio al puesto de trabajo (accidente in itinere).
El trabajo diario del/la agente medioambiental y forestal, ya sea en el Organismo Autónomo Parques Macionales, en cuencas hidrográficas o en la costa, implica desplazarse muchos kilómetros a la semana desde el lugar de estacionamiento del vehículo hasta la zona de vigilancia del dominio público que tienen encomendada. Son desplazamientos por carreteras y autovías que en muchos casos superan los 1.000 km semanales, con los riesgos inherentes al tráfico congestionado de algunas zonas y franjas horarias.
Pero además está el riesgo añadido de la circulación por terrenos difíciles, con posibilidad de desprendimientos y hundimientos del terreno, derrapes o bloqueo del vehículo por el tránsito sobre pistas con fango, agua o nieve, o el alcance de material proyectado por el viento, el oleaje o la lluvia.
Este riesgo indiscutible existente en nuestra profesión no está debidamente reconocido en los complementos de destino o específicos del personal que realiza el trabajo diario de vigilancia en la Escala de Agentes Medioambientales del MAPAMA, a diferencia de lo que ocurre en otros cuerpos con labores específicas como pueden ser la Policía Nacional o Guardia Civil. Por ello, una vez más, desde APROAM exigimos al Gobierno de España y al Ministerio que reconozca de una vez este riesgo real y específico del personal que pasa muchas horas al volante de un vehículo oficial, y proceda a la debida compensación en la nómina con el incremento del complemento de destino o específico, ya que se trata de un riesgo inevitable, que en la mayor parte de los casos surge de factores externos y es independiente a la formación de los/as agentes en materia de conducción de vehículos, al producirse por fenómenos naturales inevitables o por causas ajenas a la capacidad técnica o preparación de los/as agentes.
No se debe esperar más tiempo, no cabe esperar a contar más fallecidos por accidentes ni rebajar el nivel de la vigilancia del dominio público, ni limitar la acción de la Administración a meros cursos de formación. Es hora de reconocer el riesgo específico de un trabajo mediante su remuneración correspondiente.
Referencias de hemeroteca sobre los accidentes citados: