¿Qué opinan sobre la sequía los profesionales que mejor conocen la realidad del agua en España? Los agentes medioambientales que integran los servicios de control y vigilancia del Dominio Público Hidráulico de las Confederaciones Hidrográficas nos muestran su punto de vista.
En estos momentos en los que se está hablando mucho de la sequía en los medios de comunicación queremos, desde la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales, (APROAM) aportar algunas cuestiones al debate que se debe plantear en nuestra sociedad sobre esta cuestión, y que nos parecen de gran importancia.
Como es bien sabido nuestro país es el que mayor número de grandes presas tiene por habitante de todo el planeta. Si hablamos de extracciones de aguas subterráneas los niveles de explotación son también muy elevados en muchas zonas, con graves problemas de sobreexplotación y salinización de acuíferos. Todo esto nos indica que la utilización del agua que se está haciendo es muy intensiva, y que no se trata sólo de un problema de “sequía” sino también de unas demandas muy elevadas de nuestro sistema productivo. El estado de nuestras masas de agua (ríos, lagos, acuíferos…) debe controlarse eficazmente para asegurar el cumplimiento de la legalidad vigente, que de forma muy resumida se concreta en el objetivo establecido por la “Directiva Marco de Aguas” de alcanzar un buen estado cuantitativo y cualitativo de las mismas y de los ecosistemas asociados (objetivo que debía de haberse alcanzado en el año 2015). Si a este uso muy intensivo (pero legal) de las aguas superficiales y subterráneas, que en muchos casos lleva a que se encuentren en mal estado, le sumásemos los usos ilegales que existen en gran abundancia en nuestro país, y que escapan al control y estadísticas administrativas, la situación es aún más grave.
Es por esto que el papel de las “Comisarías de Aguas” y de los “Servicios de Control y Vigilancia” (policía de cauces) de las Confederaciones Hidrográficas de los que formamos parte es fundamental para conseguir una correcta gestión de un recurso tan fundamental como es el agua. Sin un control real de “lo que ocurre en el campo” los mejores planes hidrológicos, planes de sequía y cualesquiera otros instrumentos de gestión que se propongan serán “papel mojado” ante un uso fraudulento que continúa, a día de hoy, en aumento.
Ante un panorama que no presagia la disminución de esta tendencia, sino más bien lo contrario, (son cada vez más las hectáreas de cultivos de regadío, las hectáreas de cultivos que tradicionalmente han sido de secano que se están poniendo en riego, así como otro tipo de usos en desarrollos urbanísticos o actividades de ocio) son necesarios medios materiales (a veces tan básicos como vehículos, de los que todavía muchos compañeros carecen) y humanos (más Agentes Medioambientales entre otros) además de, y sobre todo, voluntad política y administrativa para controlar, sancionar y clausurar los aprovechamientos ilegales y así invertir tendencias insostenibles que, de otro modo, traerán graves problemas en el medio plazo.
Generar una nueva conciencia en cuanto a la gestión y uso del agua en nuestro país es una tarea que requiere la sensibilización de la población, valentía política y administrativa, innovación y búsqueda de nuevos modelos de desarrollo. Somos conscientes de ello. Pero para que la función de control y vigilancia de los aprovechamientos de aguas sea eficaz hace falta que en las “Comisarías de Aguas” se reconozca y se potencie el papel de sus AGENTES MEDIOAMBIENTALES.